No es nada nuevo que uno de los grandes problemas para las comunidades de propietarios son los vecinos morosos, aquellos que no cumplen con su cuota mensual correspondiente o se demoran en su pago. Estos alcanzaron un máximo en 2014 cuando la morosidad alcanzó los 1.854 millones de euros. En 2015 bajó a los 1.812 millones y en 2016 -el último ejercicio del que hay datos hasta la fecha-, a 1.666 millones.
No obstante, a pesar de esta bajada progresiva casi el 39,9% de las comunidades de propietarios tenía todavía ese año vecinos morosos. El porcentaje en el que las entidades financieras contaban con pagos pendientes ascendía al 7,29%.
Las autonomías con una morosidad más elevada son Andalucía, Cataluña y Madrid, en ese orden. Entre las tres sumaban en el año 2016 una deuda de 805,59 millones de euros, la mitad del total de toda España.
Ademas uno de los grandes problemas que tienen que afrontar las comunidades por los impagos es la falta de liquidez, lo que provoca no poder realizar arreglos en desperfectos de la comunidad o pagar el mantenimiento de la misma.
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